jueves, 24 de junio de 2010

Entrevista en la Hacienda de Punchauca


El nombre viene de la ex hacienda de Santiago de Punchauca, la que se encuentra en el Km. 25 de la carretera a Canta, distrito de Carabayllo, Lima Norte.
En 1821, los propietarios de la hacienda Punchauca, eran Jacinto Jimeno y su esposa Mariana Domínguez, quienes se convirtieron en anfitriones de dos personalidades que trataban de buscar una solución para lograr la independencia del Perú. Desde el 4 de mayo de 1821, los representantes del virrey José de La Serna y del Libertador José de San Martín se reunieron en la casa hacienda Santiago de Punchauca que se convirtió en la sede diplomática intercontinental para tratar el tema de la independencia del país. El 24 de mayo se celebra un armisticio donde los españoles reconocen por primera vez y de manera oficial al ejército de San Martín como "los independientes de esta parte de América".
Con la seguridad del armisticio, los representantes de ambas delegaciones acuerdan una reunión de los dos jefes máximos para determinar una solución definitiva. El encuentro histórico entre el virrey José de La Serna y el general José de San Martín se llevó acabo el 2 de junio de 1821. La Serna planteo que el ejército de San Martín debía jurar la Constitución española de 1812 y que depusieran sus armas, en tanto San Martín propuso que se decretara la Independencia pacifica del Perú. Ante la imposibilidad de ponerse de acuerdo, San Martín planteo una tercera vía y propuso el establecimiento de una monarquía constitucional ejercida por un príncipe de la corte madrileña, ante esto la Serna respondió que no tenía objeciones, pero para hacerla viable debía consultarla con los reyes de España.
Para acelerar la negociación, San Martín propuso que se nombrase una regencia compuesta de tres miembros, cuya presidencia la asumiría La Serna, quién podía nombrar a otro miembro y el tercero lo elegiría San Martín. La regencia gobernaría independientemente el Perú hasta la llegada de un príncipe de la familia Real de España y para cuyo efecto el propio San Martín se ofreció viajar a España y sus tropas las dejaría bajo el mando de la regencia. Esta sorpresiva propuesta dejo perplejo a La Serna quien pidió un plazo de dos días para consultar la misma con todos sus oficiales generales.
En este tiempo la mayoría de los jefes militares españoles rechazaron la propuesta de San Martín. Lamentablemente la entrevista fracaso por intransigencia de los militares españoles, quienes no cedieron a una independencia pacifica y prefirieron ir al campo de batalla creyendo que por su superioridad y dominio de cerca de tres siglos serían suficientes para derrotar al ejército libertador. Sin embargo, los españoles lamentarían su suerte en los campos de batalla.